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Nevera limpia y organizada en seis simples pasos.

¡Para que tu nevera quede reluciente! Imagina que abres la puerta de la nevera y todo está ordenado, no hay sobras ni restos de comida en las estanterías y percibes un aroma a frescura y limpieza. Descubre cómo limpiar la nevera en seis simples pasos.

1. Lo primero que necesitarás son las herramientas adecuadas.

guantes de goma, un cubo o bolsa de basura, bayetas y paños. Y no olvides llenar un cubo con agua caliente y lavavajillas líquido.

2. Vacía la nevera.

Así es, no dejes nada dentro. Es un fastidio tener que estar limpiando alrededor de los botes de tomate o de mermelada, así que lo mejor es vaciar la nevera.

Guarda los alimentos perecederos en bolsas isotérmicas y limpia la nevera lo más rápido posible para evitar la aparición de bacterias.

Extrae también las estanterías y los cajones para limpiarlos. Ten cuidado porque a veces son difíciles de quitar.

3. Tira la comida en mal estado.

Si tienes comida caducada o que no sabes qué es, tírala al cubo de basura. En esta categoría se incluyen las bolsas de ensalada o verduras y los envases de queso o jamón abiertos en los que ha entrado el aire. Si tienes dudas, ¡tíralo!

4. Y llegó el momento de limpiar. 

Utiliza lavavajillas líquido y agua caliente para limpiar el interior de la nevera. No recomendamos el uso de químicos abrasivos porque podrían contaminar la comida. También puedes optar por una mezcla casera: zumo de limón y bicarbonato de sodio.

Pon las estanterías y las bandejas en el lavavajillas o límpialas a mano con agua caliente y lavavajillas líquido y déjalas secar.

Vacía la nevera. Así es, no dejes nada dentro. 

Para limpiar los rincones y recovecos donde se acumula la comida, utiliza un palillo o un cepillo de dientes que ya no uses para eliminar la suciedad y los restos de comida. (¡No dijimos que fuera a ser divertido!). Utiliza un paño húmedo para limpiar las juntas. Ten cuidado y límpialas bien porque allí es donde suelen aparecer el moho y las bacterias.

5. Cuando hayas limpiado todo y la nevera haya vuelto a su temperatura normal, guarda los alimentos y aprovecha para organizarlos.

Separa las carnes, los lácteos, las bebidas y los artículos varios en distintos grupos para encontrarlos más fácilmente. ¡Y disfruta de tu nevera limpia y organizada!